"Los políticos y los pañales se han de cambiar a menudo... y por los mismos motivos."

Sir George Bernard Shaw

domingo, 3 de enero de 2010

Cuando las barbas de tu vecino veas pelar...

Anda el mundo occidental algo revuelto tras la ejecución de un ciudadano “británico” por tráfico de drogas en China, nada menos que cuatro kilos de heroína portaba Akmal Shaij.

Lo que sucede es que lo chinos cuando se ponen a algo se hacen los suecos, y el traficante ha sufrido la pena capital.

Lo primero que llama la atención es el nombre del ajusticiado, evidentemente no corresponde a un anglosajón al uso, sospecha que se confirma en cuanto se ve su foto.

Y como más de uno ya estará presto a llamarme racista por hacer esa diferenciación, pero estimo que más bien los racistas son ellos.

Cada año son cientos los ejecutados por los más diversos motivos: tráfico de drogas, actividades separatistas, adulteración de alimentos, actividades contrarrevolucionarias, etc. pero parece que el mundo sólo se altera cuando la víctima es europea o tibetana.

El gobierno británico ha ejercido toda la presión de la que ha sido capaz, pero China es mucha China, y sabiendo que siendo como es a la vez gran potencia militar, gran potencia comercial y un más que atrayente mercado, ha ejecutado al supuesto traficante como podría haber ejecutado a treinta más.

De momento el embolado ha recaído sobre el Reino Unido, pero tarde o temprano nos tocará a nosotros. Son muchos los españolitos que en todo momento están deambulando por el mundo, y hasta ahora todo se ha saldado con condenas carcelarias más o menos largas y los que han sido condenados a muerte se han salvado por los pelos.

Pero hay que tener en cuenta que estas complicaciones se van a multiplicar en el futuro.
Está claro qué individuos se están introduciendo entre los españoles que están adquiriendo tan digna condición por nacionalización, y bien sabido que aquí no sucede como en otros países en que se debe pasar un examen de idioma, de cultura del país de adopción, que se verifican los antecedentes penales, etc. Tarde o temprano estos nuevos españoles se van a meter en verdaderos embrollos en los que el gobierno español de turno las va a pasar canutas para salir bien librado, aparte del enorme coste económico que supondrá: gastos judiciales, favores comerciales al país empeñado en dar el correspondiente matarile, etc.

Así que sugiero que al igual la ley española actualmente discrimina entre los españoles de origen y los nacionalizados, en el sentido de que los primeros no pueden en ningún caso ser desposeídos de su nacionalidad y los segundos sí, podría establecerse que cuando uno de estos recientes españoles recién cometa algún delito con culpabilidad notoria y clara, sea desposeído de su nacionalidad y por tanto de todo derecho a protección económica, jurídica y consular.

Más vale ahora que cuando sea demasiado tarde.

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