"Los políticos y los pañales se han de cambiar a menudo... y por los mismos motivos."

Sir George Bernard Shaw

domingo, 21 de marzo de 2010

BOMBEROS

Recuerdo un mediodía, siendo yo aún muy niño, que, en el informativo de las tres, mientras comíamos toda la familia reunida como era costumbre, una noticia mencionaba a los bomberos, supongo que tras de una de sus actuaciones. Miré a mi padre y le pregunté: “Papá, ¿quienes son los bomberos, los que ponen bombas?”. Mi padre, imagino que ahogando con esfuerzo una carcajada, me respondió que no, que eran unos señores que apagaban fuegos y te daban lumbre sí se la pedías. Años después, cuando siendo un adolescente en ciernes empecé para mi desgracia a fumar, junto con mi amigo Alfonso frecuentábamos el parque que este cuerpo tenía en la calle de Rufino Blanco, para, haciéndonos los encontradizos, pedirle fuego al primer sufrido bombero que nos encontrábamos, que, estoicamente soportaba nuestras púberes risas.

Esta semana, las fuerzas de la seguridad del estado francesas y españolas han debido sufrir el mismo lapsus que yo, con la diferencia de años, inocencia y responsabilidad. Error más que disculpable, cuando se trata de encerrar lo antes posible a esas mierdas cobardes del sindicato del terror que, con la excusa de la independencia, matan, secuestran y extorsionan. Pero, para mi sorpresa, algunos medios de comunicación del país vecino siguen refiriéndose a esas hienas como “grupo separatista vasco”, con la sangre de un gendarme todavía caliente sobre el asfalto francés.

Durante décadas, Francia ha amparado, ocultado, apoyado y justificado a los terroristas, que, por Hendaya pasaban a sus dominios, huyendo de la justicia española. El actual presidente Sarkozy se ha comprometido desde el inicio de su mandato en la lucha contre ETA, le pese a quien le pese, pero, la sociedad francesa parece inhibirse de tal empeño. Desgraciadamente, ha muerto un hombre, de nacionalidad francesa, bajo las balas disparadas por unas armas que fueron robadas en esa nación, y que, paradójicamente, en ese momento, debido a la negociación entre el gobierno de Rodríguez Zapatero y los asesinos, no se investigó como merecía. El propio ministro del interior español, Rubalcaba, se enfrentó en esa ocasión al ejecutivo galo, restando importancia al acto delictivo.

Sólo me queda el consuelo de que pudieron detener a un miembro del comando, y, aunque no cojan al resto, que rezo por que así sea, este no va a ver la calle en el resto su puta y asquerosa vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues vete preparando, que parece que pronto volverán los socialistas al Eliseo.