"Los políticos y los pañales se han de cambiar a menudo... y por los mismos motivos."

Sir George Bernard Shaw

domingo, 11 de octubre de 2009

PALOMINO (II)

Hace aproximadamente una semana, un suceso ocurrido en las calles de Madrid, pasó sin pena ni gloria por las redacciones de los medios de comunicación, recibiendo escasísimo eco en ellos, de tal forma que tan solo unas pocas líneas lo reflejaron en La Razón y en el digital del ABC.


Los hechos, por lo que he podido saber, se desarrollaron así:

El sábado 3 de octubre, al rededor de las 4 de la madrugada, tres policías de paisano transitaban por una céntrica calle de la capital, cuando advierten que un grupo de jóvenes están destrozando mobiliario urbano y escandalizando en la vía pública. Cuando los agentes se acercan a ellos, estos, intentan apuñalarlos haciendo uso de armas blancas.

Hasta aquí, desgraciadamente, todo podría formar parte de la “normalidad” de una madrugada en cualquier ciudad de nuestro país, donde impera la ley de la violencia en las noches tomadas habitualmente por gentuza, y donde las distintas fuerzas de la Seguridad del Estado, se encuentran maniatadas para proteger a los ciudadanos honrados que quieran disfrutar de su tiempo de ocio como les plazca.

Lo realmente peculiar del caso que aquí refiero, es que cuando los cuatro mozalbetes, de entre 18 y 22 años de edad, hubieron de dar explicaciones de su violenta actitud, dijeron que “eran militantes de extrema izquierda y que habían confundido a los agentes con unos skin...”

A mi cabeza acuden, tras conocer tan justificable argumento, algunas preguntas; como por ejemplo, ¿darán con el título de antisistema, extremo-izquierdoso o rojillo variado licencia de caza de la esvástica?

¿Tendrán razón los jovenzuelos y parafraseando a Torrente, en Madrid a los maderos, “es que les visten como a nazis”?

¿Habrán pasado a disposición judicial, los polis digo, por interrumpir su labor a estos defensores de la libertad?

En caso de que a estos cabestros, los extremoizquierdosos enemigos de las papeleras, les hayan tratado como merecen, (cosa que dudo, de otro modo no entiendo el apagón informativo en torno a la noticia), si están en prisión digo, ¿no irán a manifestarse a las puertas de la cárcel sus amiguitos, los papás y mamás, para protestar por la brutalidad de la justicia española?

Si, en vez de agentes del orden, hubieran sido otros tantos ciudadanos sin chapa ni arma reglamentaria, pero con una indumentaria que no fuera del agrado de estos tolerantes demócratas, ¿cómo podría haber terminado el encuentro?

Una última pregunta, por casualidad, ¿conocerían de algo a Palomino?

1 comentario:

Legionarius dijo...

A eso me refiero en mi página cuando digo que la publicidad negativa es siempre para los llamados de extrema derecha y no para los radicales de izquierdas, que son bastante más numerosos.

Un saludo español…