"Los políticos y los pañales se han de cambiar a menudo... y por los mismos motivos."

Sir George Bernard Shaw

domingo, 9 de agosto de 2009

PAÍS DE COTILLAS



Viajas en el metro, y ya sea un libro, el periódico o documentos de tu trabajo, siempre hay alguien mirando por encima del hombro a ver si se entera que leches estas leyendo. O en un restaurante, cenando tranquilamente con tu mujer, decenas de oídos indiscretos dirigen su atención hacia tu conversación, por más que esta sea del todo insustancial. Lo reconozco, yo en muchas ocasiones me he sorprendido a mi mismo espiando tras los visillos a los vecinos del edificio de enfrente. Somos un país de cotillas, mal que nos pese reconocerlo.
Pero cuando este inocente entretenimiento traspasa las fronteras de la política, el asunto se vuelve bastante grave. Y es que, nuestros gobernantes a menudo caen en el feo vicio de escuchar lo ajeno, pero con mucho más perversas intenciones de lo que la confiada ciudadanía puede llegar a creer, usando para ello a las fuerzas de la seguridad del estado, de forma claramente ilegal. En el caso “Gürtel”, (correa en alemán, que hay que joderse, qué originalidad para nombrarlo), hemos tenido clara muestra de ello.
Resulta, que, casualmente, los medios de comunicación afines al partido socialista, han estado permanentemente informando de cada una de las medidas que los jueces iban a tomar al día siguiente, así como de la marcha de las investigaciones. Esto, teniendo al profesor Bacterio de ministro del Interior no es nada raro, hasta coherente resulta sabiendo como se las gastan los herederos del doctor Negrín, pero, cerca del archivo del caso contra el presidente de la comunidad Valenciana, Francisco Camps, o “el curilla”, como dicen que le llaman dentro del PP, se estuvo aireando que Federico Trillo se dedicó a presionar a uno de los magistrados ocupados del mencionado caso, Juan Montero, presuntamente juez del ala conservadora. En realidad, el ex ministro con quien mantuvo conversaciones telefónicas fue con el letrado del Partido Popular, encargado de la defensa de Camps, Juan Ramón Montero.
Sería para carcajearse sino fuera por lo serio del asunto. Porque, ¿de que forma los Países, las Sextas, los Cuatros y demás prensa del puño, la rosa y el jabugo sobre moqueta, roja, por supuesto, han sabido de estas llamadas entre el Sr. Trillo y el ya citado abogado?
Sí vergonzosa pareció la reacción de Mª. Teresa Fernández de la Vogue, estando de visita oficial en Costa Rica, amenazando con seguir utilizando los recursos que pagamos TODOS los Españoles, usando esta vez a la fiscalía General del Estado, al enterarse de la desfavorable, para sus partidistas intereses, decisión de la Justicia, aterradora es sin duda la evidencia de que alguien dentro de la policía, financiada igualmente con los impuestos de TODOS nosotros, se dedica a escuchar a mayor gloria del ejecutivo y en detrimento de muchos ciudadanos que preferiríamos verlos resolviendo el caso de Marta del Castillo, por poner un ejemplo.
Y ahora que me llamen demagogo...

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