"Los políticos y los pañales se han de cambiar a menudo... y por los mismos motivos."

Sir George Bernard Shaw

domingo, 18 de abril de 2010

EL ZORRO DE LA MONCLOA.

Pero que astuto es Zapatero. Quien crea que el acto del pasado martes en la Facultad de Medicina fue un episodio aislado y enteramente desvinculado del partido socialista, es inocente hasta decir basta o peor, un fanático de tomo y lomo. Porque el presidente del gobierno tiene a Garzón justo donde desea, esto es, virtualmente fuera de la magistratura, en la picota mediática y enfrentado a sus compañeros de carrera.

Tanto las cúpulas sindicales, como personajes a sueldo del estado como Jiménez Villarejo o Carlos Berzosa, han jugado un papel fundamental en la estrategia de Moncloa, actuando con una calculada frialdad para descalificar a la judicatura, a los medios de comunicación críticos con el ejecutivo y a la mitad de la ciudadanía que no les son afines, con el “insulto” más temido desde tiempos de la transición, fascistas y ultraderechistas.

Porque, resulta llamativo cómo se puede lucir con orgullo, sin miedo a ningún tipo de restricción legal o policial banderas anti constitucionales, o proferir consignas contrarias a los propios pilares sobre los que está basada nuestra actual sociedad, si se hace desde la izquierda. ¿Alguien imagina un acto en el que se usara la enseña rojigualda con el águila de San Juan y en el cual se entonará el himno de España con la letra de Pemán? Indudablemente, hasta la Fiscalía General del Estado tomaría cartas en el asunto...

Pero volviendo al asunto principal, la vergonzosa actuación de Méndez y Tocho muestra una vez más la servil manera de mantener privilegios que ante el poder, cuando este no es de su agrado, usan las centrales sindicales de clase. Debe ser que los 5.000.000 de parados son demagogia fascista y por tanto, no existen. Veremos como cuando lleguen las próximas elecciones, estos mafiosillos convocan huelgas generales “sólo en las Comunidades gobernadas por el partido de la oposición”, de la forma en que ya lo han hecho en el pasado. Por cierto, cuando no hace aún mucho tiempo, el mismo juez que ahora defienden con tanto ahínco encausó, juzgó y condenó a parte de la cúpula socialista, era digno de escuchar las lindezas que contra Garzón se soltaron en las respectivas sedes de CC.OO. y, sobre todo, UGT.

Y a mí que me da, que si por un casual, Baltasar Garzón Real sufriera un atentado, por poner un ejemplo, en alguna Bodeguilla se rezaría por su alma bebiendo champán...

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