"Los políticos y los pañales se han de cambiar a menudo... y por los mismos motivos."

Sir George Bernard Shaw

sábado, 20 de febrero de 2010

MÉRITO AL TRABAJO

Nuestro, al parecer, desocupado ministro Corbacho, teniendo en cuenta que en lo referente a su cartera en España no hay ningún problema, supongo que para distraerse un rato, ha otorgado la medalla del mérito al Trabajo a un tal Fernando Macarro Castillo, nombre que para las gentes de bien no significa nada, leyéndolo se puede pensar, en fin, será algún minero con un porrón de años a sus espaldas, o un padre de familia numerosa que se jubiló después de dar al país todo lo que su esfuerzo y sudor le permitieron. Pero no, el ciudadano en cuestión gasta por alias Marcos Ana, al parecer tomado de los nombres de pila de sus progenitores, a los que debió amar mucho, seguramente más que a sus prójimos.

Porque, la “joya” se sorprendió abiertamente de la concesión de tal galardón, asegurando que él no había trabajado en su vida. Este arranque de sinceridad, digamos mejor de humildad, no es del todo cierto, ya que el individuo, por lo visto fabricante de ripios en su tiempo libre, que por lo que confiesa ha debido ser mucho, cuenta en su haber únicamente para merecer la medallita, ser el preso más veterano del franquismo. Que digo yo, que el acto de apretar el gatillo, o de mandarlo apretar, es un trabajo, ¿no? ¡Pobrecito, condenado a muerte y después conmutada la pena por la de 30 años de prisión sólo por asesinar a un cura, un cartero y un “santurrón”...!

La revista Alba nos ilustra algo acerca del “insigne poeta y sufrido represaliado”. Nos cuentan, por ejemplo, que en el archivo Histórico del PCE, se puede encontrar la caja 127, donde se hallan los dossieres de algunos destacados militantes del partido, y en ella se puede encontrar un legajo, el suyo. Pero, ¡ay, Marcos Ana!, por otro lado, en el Archivo Histórico de Defensa descubriremos el expediente 120.976, donde se entera el lector de que ...“secretario de las Juventudes Socialistas Unificadas en Alcalá de Henares y jefe de un grupo de milicianos dentro del Batallón Libertad, tomó parte directa en el asesinato de Marcial Plaza Delgado el 23 de julio de 1936 y en el asesinato, el 3 de septiembre del mismo año, de Amadeo Martín Acuña y de Agustín Rosado”...

Vaya por Dios, resulta que, ahora que a los pensionistas honrados les rebajan lo emolumentos de la subida de los impuestos, que a los trabajadores públicos lo mismo y además con la espada de Damocles de la congelación de sus salarios, con más de cuatro millones de parados, que a esos ni les congelan ni les colocan, ahora, digo, con el Estado literalmente arrasado, al asesino convicto le pensionan con una medalla.



-¿A mí? ¡Pero si yo no he trabajado en la vida!

-Tú has trabajado mucho por los demás, y sigues trabajando por ellos.



Este fue el intercambio de lindezas entre el ex-presidiario y el ex-alcalde de Hospitalet al comunicarle la buena nueva. No sé a ti que lo estas leyendo, pero si al personaje receptor de la medalla lo ponen a trabajar otra vez, por lo menos a mi se me ponen los pelos como escarpias. Como consuelo me queda que el sector funerario será el futuro de, como dirían los giliprogres, “estepaisss”.

¡Y que bien vivaríamos sin saber de la sola existencia de semejantes personajes!

No hay comentarios: