Llevo todo el fin de semana pensando en el objeto de la presente entrada, no porque no encuentre tema suficientemente grave en la actualidad política española que sea merecedor de la misma, no, sino por el hastío que me está empezando a producir.
En principio pensé en hacer un mapa de situación de la sociedad civil de nuestro país, con objeto de, transcurridos los cien días de cortesía habituales, cotejar ambas realidades, tratando de así demostrar lo nefastos e innecesarios que resultan nuestros políticos en general.
Los que detentan el poder, habiendo olvidado el ramalazo españolista que, como si de una posesión diabólica, los tomó en las fechas previas a los comicios, esa defensa a ultranza de la unidad nacional que parecía estar escuchando a algún Jefe Provincial del Movimiento en visita a la capital, intentando ser más papista que el Papa para medrar en el Régimen, (¿o tal vez lo aprendieron de sus papás, Pepe Bono, Mariano Bermejo, etc…?)
El terrorismo, ¿cuál terrorismo? La banca (vasca) gana.
La economía se convirtió en uno de los triunfos de la anterior legislatura, de tal guisa que lo que en todo el mundo, y en especial en Europa y Norteamérica era una recesión declarada, nuestra nación no lo iba a sentir, faltaría más, ¡si se podían encontrar ciudadanos y ciudadanas celebrando por las calles tener la misma carestía de la vida que Nueva York! Bienvenido Mr. Marshall.
La inmigración, ese bien preciado que hemos de cuidar hasta el infinito, pues gracias a él hoy comemos en España, fue gravísimamente agredido por el partido de la oposición, pretendiendo que los pobrecitos tuvieran las mismas obligaciones con nuestra sociedad que los aquí nacidos. ¿Cómo se puede ser tan racista, pretender que paguen impuestos y que respeten las costumbres del país que ellos solitos van a levantar? ¿Encima que vienen sin que nadie les llamara vamos a controlar ahora su estancia en España? Estaría bueno, fachas, que sois unos fachas.
Enfrente, la derecha que dice ser centro y juega a parecer izquierda, llena, cubierta hasta las cejas de complejos, que impregnan todas y cada una de sus acciones, como si los votos que la mitad de el país han depositado en las urnas les avergonzaran, como pidiendo perdón, enfrente digo, esperando que sus viejas glorias encuentren por sí mismas el cementerio de elefantes.
Esta es muy subjetivamente, dirá alguien, la situación del estado a día de hoy. Pánico me da pensar en dentro de los tres mesecitos de cortesía.
En principio pensé en hacer un mapa de situación de la sociedad civil de nuestro país, con objeto de, transcurridos los cien días de cortesía habituales, cotejar ambas realidades, tratando de así demostrar lo nefastos e innecesarios que resultan nuestros políticos en general.
Los que detentan el poder, habiendo olvidado el ramalazo españolista que, como si de una posesión diabólica, los tomó en las fechas previas a los comicios, esa defensa a ultranza de la unidad nacional que parecía estar escuchando a algún Jefe Provincial del Movimiento en visita a la capital, intentando ser más papista que el Papa para medrar en el Régimen, (¿o tal vez lo aprendieron de sus papás, Pepe Bono, Mariano Bermejo, etc…?)
El terrorismo, ¿cuál terrorismo? La banca (vasca) gana.
La economía se convirtió en uno de los triunfos de la anterior legislatura, de tal guisa que lo que en todo el mundo, y en especial en Europa y Norteamérica era una recesión declarada, nuestra nación no lo iba a sentir, faltaría más, ¡si se podían encontrar ciudadanos y ciudadanas celebrando por las calles tener la misma carestía de la vida que Nueva York! Bienvenido Mr. Marshall.
La inmigración, ese bien preciado que hemos de cuidar hasta el infinito, pues gracias a él hoy comemos en España, fue gravísimamente agredido por el partido de la oposición, pretendiendo que los pobrecitos tuvieran las mismas obligaciones con nuestra sociedad que los aquí nacidos. ¿Cómo se puede ser tan racista, pretender que paguen impuestos y que respeten las costumbres del país que ellos solitos van a levantar? ¿Encima que vienen sin que nadie les llamara vamos a controlar ahora su estancia en España? Estaría bueno, fachas, que sois unos fachas.
Enfrente, la derecha que dice ser centro y juega a parecer izquierda, llena, cubierta hasta las cejas de complejos, que impregnan todas y cada una de sus acciones, como si los votos que la mitad de el país han depositado en las urnas les avergonzaran, como pidiendo perdón, enfrente digo, esperando que sus viejas glorias encuentren por sí mismas el cementerio de elefantes.
Esta es muy subjetivamente, dirá alguien, la situación del estado a día de hoy. Pánico me da pensar en dentro de los tres mesecitos de cortesía.
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